viernes, 1 de julio de 2011

cuentos seleccionados y otras secuencias

EL REY SABIO

Había una vez un príncipe que era muy injusto. Aunque parecía un perfecto príncipe, guapo, valiente e inteligente, daba la impresión de que al príncipe Lapio nunca le hubieran explicado en qué consistía la justicia. Si dos personas llegaban discutiendo por algo para que él lo solucionara, le daba la razón a quien le pareciera más simpático, o a quien fuera más guapo, o a quien tuviera una espada más chula. Cansado de todo aquello, su padre el rey decidió llamar a un sabio para que le enseñara a ser justo.
- Llévatelo, mi sabio amigo -dijo el rey- y que no vuelva hasta que esté preparado para ser un rey justo.
El sabio estonces partió con el príncipe en barco, pero sufrieron un naufragio y acabaron los dos solos en una isla desierta, sin agua ni comida. Los primeros días, el príncipe Lapio, gran cazador, consiguió pescar algunos peces. Cuando el anciano sabio le pidió compartirlos, el joven se negó. Pero algunos días después, la pesca del príncipe empezó a escasear, mientras que el sabio conseguía cazar aves casi todos los días. Y al igual que había hecho el príncipe, no los compartió, e incluso empezó a acumularlos, mientras Lapio estaba cada vez más y más delgado, hasta que finalmente, suplicó y lloró al sabio para que compartiera con él la comida y le salvara de morir de hambre.
- Sólo los compartiré contigo-dijo el sabio- si me muestras qué lección has aprendido
Y el príncipe Lapio, que había aprendido lo que el sabio le quería enseñar, dijo:
- La justicia consiste en compartir lo que tenemos entre todos por igual.
Entonces el sabio le felicitó y compartió su comida, y esa misma tarde, un barco les recogió de la isla. En su viaje de vuelta, pararon junto a una montaña, donde un hombre le reconoció como un príncipe, y le dijo.
- Soy Maxi, jefe de los maxiatos. Por favor, ayudadnos, pues tenemos un problema con nuestro pueblo vecino, los miniatos . Ambos compartimos la carne y las verduras, y siempre discutimos cómo repartirlas.
- Muy fácil,- respondió el príncipe Lapio- Contad cuantos sois en total y repartid la comida en porciones iguales. - dijo, haciendo uso de lo aprendido junto al sabio.
Cuando el príncipe dijo aquello se oyeron miles de gritos de júbilo procedentes de la montaña, al tiempo que apareció un grupo de hombres enfadadísimos, que liderados por el que había hecho la pregunta, se abalanzaron sobre el príncipe y le hicieron prisionero. El príncipe Lapio no entendía nada, hasta que le encerraron en una celda y le dijeron:
- Habéis intentado matar a nuestro pueblo. Si no resolvéis el problema mañana al amanecer, quedaréis encerrado para siempre.
Y es que resultaba que los Miniatos eran diminutos y numerosísimos, mientras que los Maxiatos eran enormes, pero muy pocos. Así que la solución que había propuesto el príncipe mataría de hambre a los Maxiatos, a quienes tocarían porciones diminutas.
El príncipe comprendió la situación, y pasó toda la noche pensando. A la mañana siguiente, cuando le preguntaron, dijo:
- No hagáis partes iguales; repartid la comida en función de lo que coma cada uno. Que todos den el mismo número de bocados, así comerán en función de su tamaño.
Tanto los maxiatos como los miniatos quedaron encantados con aquella solución, y tras hacer una gran fiesta y llenarles de oro y regalos, dejaron marchar al príncipe Lapio y al sabio. Mientras andaban, el príncipe comentó:
- He aprendido algo nuevo: no es justo dar lo mismo a todos; lo justo es repartir, pero teniendo en cuenta las diferentes necesidades de cada uno. .
Y el sabio sonrió satisfecho. Cerca ya de llegar a palacio, pararon en una pequeña aldea. Un hombre de aspecto muy pobre les recibió y se encargó de atenderles en todo, mientras otro de aspecto igualmente pobre, llamaba la atención tirándose por el suelo para pedir limosna, y un tercero, con apariencia de ser muy rico, enviaba a dos de sus sirvientes para que les atendieran en lo que necesitaran. Tan a gusto estuvo el príncipe allí, que al marchar decidió regalarles todo el oro que le habían entregado los agradecidos maxiatos. Al oirlo, corrieron junto al príncipe el hombre pobre, el mendigo alborotador y el rico, cada uno reclamando su parte.
- ¿cómo las repartirás? - preguntó el sabio - los tres son diferentes, y parece que de ellos quien más oro gasta es el hombre rico...
El príncipe dudó. Era claro lo que decía el sabio: el hombre rico tenía que mantener a sus sirvientes, era quien más oro gastaba, y quien mejor les había atendido. Pero el príncipe empezaba a desarrollar el sentido de la justicia, y había algo que le decía que su anterior conclusión sobre lo que era justo no era completa.
Finalmente, el príncipe tomó las monedas e hizo tres montones: uno muy grande, otro mediano, y el último más pequeño, y se los entregó por ese orden al hombre pobre, al rico, y al mendigo. Y despidiéndose, marchó con el sabio camino de palacio. Caminaron en silencio, y al acabar el viaje, junto a la puerta principal, el sabio preguntó:
- Dime, joven príncipe ¿qué es entonces para ti la justicia?
- Para mí, ser justo es repartir las cosas, teniendo en cuenta las necesidades, pero también los méritos de cada uno.
- ¿por eso le diste el montón más pequeño al mendigo alborotador?- preguntó el sabio satisfecho.
- Por eso fue. El montón grande se lo dí al pobre hombre que tan bien nos sirvió: en él se daban a un mismo tiempo la necesidad y el mérito, pues siendo pobre se esforzó en tratarnos bien. El mediano fue para el hombre rico, puesto que aunque nos atendió de maravilla, realmente no tenía gran necesidad. Y el pequeño fue para el mendigo alborotador porque no hizo nada digno de ser recompensado, pero por su gran necesidad, también era justo que tuviera algo para poder vivir.- terminó de explicar el príncipe.
- Creo que llegarás a ser un gran rey, príncipe Lapio concluyó el anciano sabio, dándole un abrazo.
Y no se equivocó. Desde aquel momento el príncipe se hizo famoso en todo el reino por su justicia y sabiduría, y todos celebraron su subida al trono algunos años después. Y así fue como el rey Lapio llegó a ser recordado como el mejor gobernante que nunca tuvo aquel reino.
Brodek, el dragón del día y la noche
Llegó el día. El joven dragón Brodek tendría que elegir su bando, y convertirse en un dragón de la noche o en un dragón de la luz. Ambos grupos, enemigos naturales, se odiaban a muerte, y cada dragón, al llegar su tiempo, tenía que escoger uno de los bandos y formar parte de su ejército.
Casi todos se decidían siendo aún pequeños, y se entrenaban durante años, antes del cambio definitivo. Pero Brodek no lo tenía claro. Y ya no le quedaba tiempo. Al amanecer, sus alas se cubrirían con el azul de la noche o el dorado del sol, y permanecerían así para siempre, y todo su ser odiaría al sol o a la luna sin poderlo remediar. Era el precio del mágico y funesto don de escupir fuego.
Por eso Brodek había ido a pensar al bosque, donde esperaba encontrar una respuesta. Pero allí, sentado, en el silencio de la noche, no había respuestas. Sólo una luna llena blanca y preciosa, con pálidos brillos de plata. Y el viento en las hojas de los árboles, más suave y frío que de constumbre, como despidiéndose del joven dragón. Y la noche, una noche profunda llena de estrellas lejanas... Por nada del mundo quería Brodek convertirse en un dragón de la luz para odiar toda esa maravilla, y sintió cómo sus alas comenzaban a teñirse lentamente con el color de la noche.
Pero la noche fue perdiendo fuerza para dar paso a las primeras luces del alba. Era ese uno de los momentos favoritos del dragón, y disfrutó de los tonos rosados del cielo, del suave calor del primer rayo de sol en la cara, de los brillos de cristal y fuego en las aguas y de la alegría que despertaban en el bosque los primeros cantos de los pajarillos... No, tampoco quería ser un dragón de la noche para odiar tantísima belleza.
Y antes de que las lágrimas inundaran sus ojos, antes incluso de saber cuál era el color definitivo de sus alas, Brodek voló hasta la laguna, se sumergió cuanto pudo en ella para calmar su sed de paz, y voló hacia el cielo, tan alto como pudo, como tratando de escapar de la injusta tierra y de su cruel destino. Y cuando estuvo tan lejos que el frío le impedía mover las alas, abrió la boca para soltar su gran llamarada, como queriendo gastarla completamente, o no haberla tenido nunca.
Pero en lugar de fuego, de su boca surgió una finísima capa de escarcha que cubrió los campos, como si su deseo de paz y el agua de la laguna hubieran obrado un milagro. Y sólo entonces descubrió que no sería un dragón de la noche, ni un dragón de la luz, pues una de sus alas pertenecía a la luna, y la otra la sol.
Y cada cierto tiempo, Brodek vuelve a decorar los campos con su mágico aliento escarchado, como queriendo recordar al mundo que no es necesario elegir entre el día y la noche cuando no se sabe odiar.
Autor.. Pedro Pablo Sacristán
Aventuras en la lluvia
Lo que les voy a contar ocurrió hace mucho, mucho tiempo, cuando yo iba a visitar a mi tía Nina. Ella vivía en una casa antigua, con un gran patio y muchas flores. A mí me encantaba ir a dormir con Nina porque podía jugar en su jardín por las mañanas, ayudarle a cocinar y sobre todo…¡Desayunar en la cama!
Siempre tendía para mí un sofá que estaba contra una pared de su dormitorio. Allí me acostaba cada noche y mientras me dormía, me gustaba mirar una gran mancha de humedad que había en esa pared. Buscaba adivinar en esa mancha formas, caras, personajes. Una noche de lluvia ocurrió algo muy extraño. De pronto, vi salir de la pared algo extraordinario. Parecía un fantasma de algodón…pero oscuro, tan oscuro como las nubes que anuncian chaparrones. Sentí que tocaba uno de mis hombros mientras se transformaba en una dama gris de increíble belleza y decía con voz muy profunda, pero dulce y amable:
-¡Buenas noches! Soy Tormentosa, un hada buena a pesar de mi color. ¿Querés venir a pasear conmigo?- y me tendió su mano. Mano delgada, transparente y con perfume a lluvia.
Estaba tan sorprendida que no alcancé a responderle cuando me di cuenta que llevada por la fuerza de algo invisible, dejaba la tibieza de mi cama e iba penetrando en la pared, justo en el centro de la mancha de humedad…
-Vení, vení, vamos a dar un paseo que te encantará- dijo el hada y comenzamos a subir, subir, cada vez más rápido hacia el cielo. Íbamos por un camino con muchas curvas y atrás de nosotros uedaban relámpagos, rayos y centellas…Se oían unos truenos tremendos y a pesar de eso no sentía miedo. Viajaba confiada aferrando la mano de Tormentosa, mientras la lluvia caía sin parar por debajo de nosotros y parecía ondular con tranquilidad haciendo un rumor muy, muy suave…
Tormentosa me sonreía y me levantaba más y más, hasta que tan suavemente como habíamos subido, comenzamos a bajar. Lo hacíamos entre una niebla que se despejaba de a poco, al mismo tiempo que íbamos hacia una zona llena de luz. En un momento, estábamos frente al sol y a nuestro alrededor aparecieron siete personajes más ¡ Eran siete hadas, bellas y transparentes como Tormentosa, suaves y amables como ella y como ella me sonreían…! En lugar de varita mágica tenían un pincel dorado en una de sus manos y una paleta de colores en la otra.
Fueron surgiendo de la niebla que nos había rodeado flores, plantas, animales, cosas, todos sin color…Al llegar hasta donde estábamos Tormentosa y yo, cada una de las siete hadas fue saludándonos y eligiendo una flor, una planta, un animal, una cosa. De a poco fueron llenando a cada uno de colores, hasta que todos estuvieron listos, como los vemos todos los días. Mi amiga Tormentosa pintó el humo de una chimenea, un hermoso caballo, varios pajaritos y un gato gordo y brillante que parecía un pompón de seda…Yo estaba tan asombrada que no podía pronunciar ni una
palabra. Todavía me esperaba una sorpresa mayor: me di vuelta para mirar el camino que acabábamos de recorrer y vi ante mí que ese camino era nada menos que…¡El Arco Iris! Tenía cada uno de sus espléndidos colores.
Mientras tanto, me tomaron de las manos Tormentosa y sus compañeras y
comenzaron a bailar cantando:
“¡Después de la lluvia qué lindo es mirar las plantas, las flores y todo brillar; pues cada gotita de un gran chaparrón pinta los colores y lucen mejor! ¡Hagamos la ronda de la luz y el sol, y cantemos juntos esta canción!”
También yo canté y bailé con ellas, llevando el compás con las palmas de las manos ¡Sentía ganas preguntarle tantas cosas a las hadas! Cuando terminase la canción lo haría, estaba segura. Ya estaba lista para comenzar a soltar mi curiosidad .De pronto, escuché la voz de mi tía Nina que decía:
-¿Así que ahora cantás dormida ? Me parece que te hace falta un buen desayuno ¡Vamos, que te traje té con leche calentito y pan con dulce de duraznos, ése que hago especialmente para vos!
Pensé que si le contaba lo que había visto, mi tía no me creería.
Ella, por su parte me dijo:
-¿Te gustó el paseo por la mancha de humedad? Como se enfriaba el desayuno y tenía que ir a le escuela, no pude contestarle. Eso sí, siempre que llueve creo que Tormentosa y sus amigas vienen a visitarnos, porque todo queda luminoso y reluciente, como recién pintado por las hadas.

Una propuesta para trabajar la oralidad, la lectura y la escritura a través del cuento: "Un día muy importante". Con éste se apuntará  al debate, a la reflexión, a la rememoración de emociones que le ayuden a construir su personalidad.
Por otra parte, la construcción de una ciudadanía responsable implica dedicar, desde todas las áreas del conocimiento, un tiempo real de desarrollo y de explicación. Pensar  que nuestros alumnos pueden, en el futuro, desempeñarse como gobernantes nos impulsa a tomar la iniciativa para que ganen experiencia  en el ejercicio de la ciudadanía con responsabilidad. Es necesario que le demos las herramientas que le permitan un crecimiento en lo moral y lo ético como miembro de una sociedad en constante cambio.
Inspirados por este pensamiento, se propone a los alumnos de 4ª "A", "B", "C" y "D" de la E. P. C. N ° 453 la dramatización de un simulacro electoral para ejercer su derecho como "ciudadanos".

La secuencia didáctica será la siguiente:

-         Diálogo con los alumnos sobre el tema: elecciones.
-         Lectura  del cuento: "Un día muy importante".
-         Observación  de las imágenes que ilustran el cuento.
-         Renarración  de la secuencia del texto leído.
-         Durante la renarración se da lugar al debate y a la reflexiòn de temas como: "democracia-votar-elecciones 2011-mesa y padrón electoral-boletas y candidatos-urna-escrutinio-gobiernos (nacional, provincial y municipal) y otros."
-         Se propone la representación de lo que han aprendido durante la lectura como primera práctica.
-         Representación del simulacro electoral que se llevará a cabo con todos los elementos necesarios para la votación: mesa y padrón electoral-listas-cuarto oscuro-sobres-urna-sello y D. N. I. de cada votante (previamente confeccionados y preparados junto al área de Tecnología)- elección de presidentes y fiscales de mesa-escrutinio.
La leyenda de los gansos sagrados
Hacía tiempo que el pueblo galo de origen celta se había instalado en la actual Francia.
Este pueblo nómada, de hombres rubios, altos y de ojos azules se trasladaba cada vez más hacía el sur atraído por mejores pasturas y un clima más propicio. Eran feroces y dueños de una depurada destreza para el combate acompañada de atemorizantes gritos de guerra, destrozaban cualquier resistencia.
Primero cruzaron los Alpes, y más tarde atraídos por la fructífera Italia y por el vino, se animaron a cruzar los Apeninos.
Cuando los romanos tomaron conciencia del avance de estos bárbaros, escaparon, buscando refugio en los pueblos vecinos. Los más jóvenes, se atrincheraron en la ciudadela del capitolio con los tesoros y víveres de todo tipo para resistir el ataque.
En el foro se quedaron los ancianos venerables, revestidos con sus mejores galas para enfrentar el sacrificio si ese era el deseo de los dioses.
Los galos se sorprendieron al encontrar al grupo de ancianos romanos. Por su actitud majestuosa parecían dioses. No sabían como actuar hasta que a uno de los galos se le ocurrió tocar la barba de Marco Pipireo, y éste le respondió golpeándolo con su cetro. Este hecho dio lugar a una carnicería, ya que los galos reaccionaron matando a todos los patricios que encontraron y cuando no hallaron a nadie más para matar, prendieron fuego a los edificios.
Los galos no habían llegado todavía a la ciudadela del Capitolio, y los romanos que allí estaban dormían confiados en su fortaleza. Cuando los galos encontraron la senda hacia la ciudadela comenzaron a trepar la escarpada ladera con dificultad durante la noche y en el más absoluto silencio para no alertar a sus moradores.
En el centro del capitolio, estaba emplazado el templo de Juno, cuya estatua había sido traída de Veyes. En ese templo había un corral con muchísimos gansos, las aves consagradas a la diosa.
Estos gansos, ni bien escucharon el más leve ruido comenzaron a graznar alertando a los centinelas y cuando los galos se asomaron sobre las rocas, los gansos los atacaron a aletazos.
Los gansos de Juno salvaron a la ciudadela y desde entonces se los cuidó con mucho más esmero, prohibiéndose su sacrificio





PROPUESTA INNOVADORA PARA TRABAJAR LA ORALIDAD, LA LECTURA Y LA ESCRITURA.

|     Actividades generales realizadas sobre los temas Alimentación y salud.

·         Investigación bibliográfica sobre el tema: Alimentación y salud.
·         Aplicación de técnicas de estudio en la información recopilada.
·         Puesta en común sobre el tema investigado.

Durante la puesta en común de los contenidos: alimentación y salud  y, al ver la pirámide alimentaría nos pusimos a pensar, junto a los alumnos,  en las características de la pirámide alimentaría pero,  de las personas celíacas.   Fue entonces cuando tomamos consciencia de que solamente sabíamos que el enfermo celíaco no comía harina de trigo.

Continuamos con la investigación y pudimos introducirnos en la bibliografía sobre el celiaquismo, la persona celíaca, sus síntomas y, por supuesto,  el causante de esos síntomas.  Para  nuestro asombro, descubrimos que no eran todos los componentes del trigo sino el "gluten" el que ocasionaba los problemas a la persona celíaca. También  aprendimos que  no solo la harina tiene gluten, sino que también lo posee la cebada, el centeno, la avena, etc.
 Los alumnos descubrieron productos alimentarios, en los supermercados, que dicen "sin gluten" o "especial para celíacos". Encontramos recetas, con harina y sin gluten, de comidas, postres y panificación (pan, tortillas, facturas, tortas de cumpleaños, bizcochos).
Así supimos que la municipalidad  provee de una "caja alimentaría " con mercaderías para celíacos que entrega mensualmente (con presentación previa de requisitos), que se dictan clases de cocina para celíacos, en forma pública y gratuita en la Casa de Cultura de nuestra ciudad – Pcia. R. Sáenz Peña, Chaco.
Con el transcurso de los días y con toda la información recopilada fue posible plantear un nuevo debate y una  reflexión que permitió que el alumno practicase la oralidad, la lectura y la escritura.

±     Luego de la investigación, algunas actividades fueron:

Relato de anécdotas familiares como por ejemplo: “La alumna Emilce Roa (11 años), contó oralmente a sus compañeros que a ella le alimentaban hasta los siete años como celíaca. Luego, su madre comentó que su problema era, verdaderamente, en los riñones. Se había efectuado estudios que le habían diagnosticado que era necesaria una cirugía y le confirmaron que, definitivamente, no padecía de  celiaquismo. Hoy, después de una cirugía, extirpación de un riñón y su  posterior rehabilitación, sigue una vida normal, come sanamente pero,  no es comida para celíacos.”

 Los padres y vecinos de los alumnos de 5º año "C", "D" y 6º"B" de la E. P. C N ° 453 "Raùl J. Pieroni" Puerta del Sol S Peña Chaco colaboraron durante la búsqueda de:

-         nueva información,
-         de recetas,
-         aplicación de cuestionarios, etc.


     

1.      ¿Qué personajes intervienen? Edad. Sexo. Posible ocupación.
2.      ¿Qué ocurre?
3.      ¿Qué expresiones  advierte,  postura de los cuerpos, vestimenta, etc. 
4.      ¿Dónde ocurre?
±        Segmentación espacial, lugar distinción de figura y fondo, ambientación.
1.      ¿Cuándo ocurre? Tiempo de relato, tiempo del hecho, tiempo de lectura.
2.      ¿Por qué ocurre?
3.      Conflicto que provoca el episodio, relación causa efecto búsqueda de motivación, deseos necesidades.
4.      Interpretación analítica, sobre cada cosa observada
5.      Interpretación global.
6.      Analizar el siguiente párrafo, extraído del texto de la profesora Gloria Pompillo.

El oral, el escrito y la imagen inciden en la conciencia y en el pensamiento originado en ellos, rasgos diferentes de acuerdo a su vivencia personal, social-cultural y real.
En la imagen proporcionada observamos un hombre ciego con su perro lazarillo acostado uno alado de otro, a un costado de las vías del tren. En la cual  hay un sobre blanco. Don Paco era un hombre ciego y solitario, ya que sus hijos viven muy lejos y su mujer ha fallecido hace unos meses. El y su fiel compañero “Colita” se tenían uno al otro.
 Angustiado y desconcertado por las contrariedades de la vida, toma una trágica decisión.
  Escribe una carta para sus hijos, explicándoles sus  motivos y emprende su último paseo con “Colita”, su cómplice.
 Al llegar a su destino final coloca la carta en un lugar y ellos se acuestan en otro. Colita le muestra su fidelidad acompañándolo en todo.
  Y esperan …al cabo de quince minutos pasa el tren a gran velocidad, produciendo un temblor en la tierra y un viento frío.
Después de escuchar el ruido se dieron cuenta que estaban en el lugar equivocado.
¿Será que Colita quería otro final para su dueño? ¿La vida le daba una segunda oportunidad?
  La carta desapareció y ellos volvieron a su hogar sin que nadie supiera de su tremenda aventura.
 Nos recuerda un refrán que dice:
“Me voy a matar cuando pase el tren pero sin ponerme en las vías”.
“Me voy a tirar  en las vías del tren pero después de que pase el tren.”

Un cuento para aprender a ser ciudadano


 
Una propuesta para trabajar la oralidad, la lectura y la escritura a través del cuento: "Un día muy importante". Con éste se apuntará  al debate, a la reflexión, a la rememoración de emociones que le ayuden a construir su personalidad.
Por otra parte, la construcción de una ciudadanía responsable implica dedicar, desde todas las áreas del conocimiento, un tiempo real de desarrollo y de explicación. Pensar  que nuestros alumnos pueden, en el futuro, desempeñarse como gobernantes nos impulsa a tomar la iniciativa para que ganen experiencia  en el ejercicio de la ciudadanía con responsabilidad. Es necesario que le demos las herramientas que le permitan un crecimiento en lo moral y lo ético como miembro de una sociedad en constante cambio.
Inspirados por este pensamiento, se propone a los alumnos de 4ª "A", "B", "C" y "D" de la E. P. C. N ° 453 la dramatización de un simulacro electoral para ejercer su derecho como "ciudadanos".

La secuencia didáctica será la siguiente:

-         Diálogo con los alumnos sobre el tema: elecciones.
-         Lectura  del cuento: "Un día muy importante".

-         Observación  de las imágenes que ilustran el cuento.
-         Renarración  de la secuencia del texto leído.
-         Durante la renarración se da lugar al debate y a la reflexiòn de temas como: "democracia-votar-elecciones 2011-mesa y padrón electoral-boletas y candidatos-urna-escrutinio-gobiernos (nacional, provincial y municipal) y otros."
-         Se propone la representación de lo que han aprendido durante la lectura como primera práctica.
-         Representación del simulacro electoral que se llevará a cabo con todos los elementos necesarios para la votación: mesa y padrón electoral-listas-cuarto oscuro-sobres-urna-sello y D. N. I. de cada votante (previamente confeccionados y preparados junto al área de Tecnología)- elección de presidentes y fiscales de mesa-escrutinio.